Domingos por Atocha.

Hola a todos y todas, me pasaba por aquí para expresar la emoción que siento al volver a escuchar un concierto en directo después de unos cuantos meses. Este pasado domingo me dieron la oportunidad de asistir al concierto que tuvo lugar en el Real Conservatorio Superior de Madrid. 

Siempre me ha gustado ver a mis amigos cumplir sus sueños, y en este caso, mi compañero de orquesta y ensayos, cumplió el suyo tocando en este concierto, y esto hizo que fuera más especial aún.

El concierto empezó con composiciones recientes de alumnos del propio conservatorio, entre las que cabe destacar una pieza para arpa y orquesta clásica que me alucinó, y que de nuevo me hizo confiar en el talento que tenemos los jóvenes. En la segunda parte, interpretaron la sinfonía n.40 en sol menor de Mozart, que aunque muy bien interpretada, no es de mis favoritas.

Disfruté mucho el concierto y, aunque prefiero estar al otro lado del escenario, me encantó. Escuchar conciertos de música clásica en directo es una experiencia que todo el mundo debería vivir a menudo.