Cartografías, más allá de territorios.

Crear mapas es buscar, ser curioso, ordenar e iniciar una búsqueda en el interior de las propias personas. Cartografiar.

Centrarnos en todos los sentidos de nuestro cuerpo, desde el propio sonido de la naturaleza, hasta el olor que desprende esa panadería de tu barrio que tanto te gusta. Cartografiar.

Definir es limitar, decidir qué trazos conviene que haya sobre en el mapa, descartar muchos otros elementos que se esconden en los espacios del papel. Cartografiar.

Un mapa va más allá de un territorio, se trata de representar estímulos, navegar en tu interior y descubrir qué sientes en un preciso instante, al caminar por la recóndita calle de aquel pueblo que visitas cada verano. Cartografiar.

Además de una ciencia, los mapas son un arte donde la creatividad aflora y nos incita a reflexionar sobre la mejor manera de representar lo que vemos y sentimos, sometiendo toda la información a un filtro y valorando lo que nos interesa mostrar y lo que no. Cartografiar. 

Las plantas suelen ser los mapas más convencionales, donde se analizan los elementos más comunes de los proyectos arquitectónicos, sin embargo, las cartografías van mucho más allá del dibujo técnico de un lugar.

Explorando el oído por ejemplo, así como hicieron los grandes como Bruckner o Mahler, se descubren melodías que nos llevan a lugares mágicos únicamente existentes en nuestra mente e imaginación. Las partituras guían a los músicos a interpretar armonías y disonancias que trasladan al público a lugares excelentes y para cada uno de nosotros, diferentes.

Los músicos son los intermediarios entre el mapa de la partitura y el oyente que es guiado a un lago de cisnes que imaginó Tchaikovsky hasta a un ritual macabro que Saint Saens quiso mostrar. Los instrumentos son los principales elementos de trabajo que necesita todo músico para poder guiar al público hasta el destino final.

Se me viene a la cabeza la partitura 49 Waltzes for the 5 boroughts de John Cage, donde se expone como una cartografía sonora el instrumento gráfico que permite relacionar lugares y espacios de la ciudad con el sonido. 




El sonido se manifiesta en el medio ambiente de modo simultáneo y complejo. Proveniente de distintos lugares y ángulos del espacio, que nuestros sentidos captan como una gama de combinaciones, de estímulos, pero entre los cuales es posible llegar a identificar huellas y consonancias.



Del mismo modo, tras la toma de datos científicos de un lugar, también se pueden crear cartografías basadas en distintas circunstancias, como por ejemplo la siguiente cartografía. Está basada en los datos de catastro que visualizan en crecimiento de las ciudades en España. 

La recopilación y gestión de datos permite habilitar nuevos recursos para comprender, evaluar, supervisar y comprender la evolución de las ciudades.






La siguiente cartografía que llamó mi atención fue la de los distintos olores de la ciudad de Singapur. Kate McLean se interesó por una cartografía basada en los olores de los distintos espacios de la ciudad. 
Dicen los científicos que los seres humanos somos capaces de distinguir más de un trillón de olores distintos, hedores pasajeros y aromas que quedan en nuestros recuerdos y que forman parte del paisaje y de la experiencia de viaje. 
¿A quién no le resulta familiar el olor de la casa de su abuela?








La última cartografía de la que me gustaría hablar se trata de una cartografía textil que diferencia las distintas texturas de las ciudades y paisajes, utilizando distintos hilos y gorosores de telas para diferencia barrios y zonas. 
Las partes arboladas son representadas con bolidas de hilo verde que destacan sobre el resto de hilados que son más suaves y destacan menos.















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